Galletas de cacao negro glaseadas con menta - Hornear desde cero

      El cacao negro tiene un sabor a chocolate suave, delicado y menos amargo; en los productos horneados aporta un sabor rico y profundo y un color dramáticamente oscuro. Un glaseado refrescante de menta crea un bocado que recuerda a las queridas Thin Mints de las Girl Scouts, pero con una textura agradablemente suave, además de estar disponible todo el año.

      Rinde aproximadamente 18 galletas

      Galletas:

      1 taza (227 gramos) de mantequilla sin sal, ablandada

      1½ tazas (330 gramos) de azúcar morena clara, bien compacta

      2 huevos grandes (100 gramos), a temperatura ambiente

      2 cucharaditas (8 gramos) de extracto de vainilla

      3 tazas (375 gramos) de harina todo uso

      ⅔ taza (50 gramos) de cacao en polvo negro

      1 cucharadita (3 gramos) de sal kosher

      Glaseado:

      1 taza (120 gramos) de azúcar glas

      1 a 2 cucharadas (15 a 30 gramos) de agua

      ½ cucharadita (2 gramos) de extracto de menta

      Para las galletas: En el bol de una batidora de pie equipada con el accesorio de pala, batir la mantequilla y el azúcar morena a velocidad media hasta que estén ligeros y esponjosos, 3 a 4 minutos, deteniéndose para raspar los lados del bol. Añadir los huevos, uno a la vez, batiendo hasta que se integren después de cada incorporación y deteniéndose para raspar los lados del bol. Añadir la vainilla y batir.

      En un bol mediano, mezclar con un batidor la harina, el cacao y la sal. Con la batidora a baja velocidad, añadir gradualmente la mezcla de harina a la mezcla de mantequilla, batiendo hasta que esté justo integrada y no queden vetas secas.

      Volcar la masa sobre una superficie limpia y amasar suavemente hasta que esté homogénea y lisa. Formar un disco y envolver en film plástico. Refrigerar hasta que esté firme, aproximadamente 1 hora, o hasta toda la noche. (Si se refrigera más de 1 hora, dejar que la masa repose a temperatura ambiente unos 10 minutos para ablandarla antes de estirar.)

      Precalentar el horno a 375 °F (190 °C). Forrar bandejas para hornear con borde con papel pergamino.

      Sobre una superficie ligeramente enharinada, estirar la mitad de la masa hasta un grosor de 3/8 de pulgada. (Mantener la masa restante cubierta hasta usar para evitar que se reseque.) Usando una prensa para galletas de 3 pulgadas bien enharinada (ver nota), presionar firmemente los diseños en la masa según se desee. Con un cortador redondo de 3 pulgadas, cortar círculos de masa y colocarlos al menos 1½ pulgadas separados en las bandejas preparadas. Repetir con la masa restante, volviendo a estirar los recortes para usar toda la masa.

      Hornear, una bandeja a la vez, hasta que los bordes estén apenas firmes, 8 a 10 minutos. Dejar enfriar en la bandeja 10 minutos. Retirar de la bandeja y dejar enfriar por completo sobre una rejilla.

      Para el glaseado: En otro bol mediano, batir el azúcar glas, 1 cucharada (15 gramos) de agua y el extracto de menta; añadir hasta 1 cucharada adicional (15 gramos) de agua hasta que el glaseado tenga una consistencia fluida. Con una brocha de repostería, pintar el glaseado sobre las galletas ya frías. Dejar reposar hasta que el glaseado se fije. Guardar en un recipiente hermético hasta por 1 semana.

      ¡Cuéntanos cómo te quedó!