Panecillos de cheddar, jalapeño y cebolla verde - Hornear desde cero

      Para una receta sin complicaciones y llena de sabor, estos panecillos ligeramente picantes no defraudan. Usando la bandeja como fuente, una docena de panecillos hojaldrados pasan del horno a la fiesta en un santiamén. ¿Te quedas en casa? Congela los panecillos separados en un recipiente hermético; recalienta uno en el microondas para el desayuno en segundos.

      Rinde 12 panecillos

      4 tazas (500 gramos) de harina de trigo todo uso

      2 cucharadas (24 gramos) de azúcar granulada

      1½ cucharadas (22,5 gramos) de polvo de hornear

      1 cucharada (9 gramos) de sal kosher

      ¼ cucharadita (1,25 gramos) de bicarbonato de sodio

      1 taza (227 gramos) de mantequilla sin sal fría, en cubos

      1 taza (113 gramos) de queso Cheddar rallado, dividido

      ½ taza (35 gramos) de cebolla verde en rodajas, más extra para espolvorear

      ¼ taza (50 gramos) de jalapeño fresco sin semillas, cortado en cubitos

      1½ tazas (360 gramos) de suero de leche entero frío (buttermilk)

      1 cucharada (14 gramos) de mantequilla con sal, derretida

      Mantequilla ablandada, para servir

      Precalienta el horno a 425 °F (220 °C). Forra una bandeja para hornear con borde de 13x9 pulgadas con papel pergamino. En un bol grande, bate la harina, el azúcar, el polvo de hornear, la sal y el bicarbonato de sodio. Añade la mantequilla fría, mezclando para cubrirla. Con un mezclador de pastelería o con 2 tenedores, incorpora la mantequilla fría hasta que la mezcla esté arenosa y los trozos de mantequilla tengan tamaño de guisante. Incorpora ¾ taza (85 gramos) de queso, la cebolla verde y el jalapeño. Añade el suero de leche frío y mezcla con un tenedor hasta que se forme una masa irregular.

      Vuelca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y presiónala hasta formar un cuadrado de 9 pulgadas (aprox. 2,5 cm de grosor). (La masa estará desmigajada.) Con un raspador de banco, corta la masa en cuatro partes. Apila las cuatro partes y vuelve a presionar o estirar hasta formar un cuadrado de 9 pulgadas. Repite el procedimiento dos veces más. Con suavidad, palma la masa hasta formar un rectángulo de 12x7½ pulgadas. Con un raspador de banco o un cuchillo, corta el rectángulo en 12 rectángulos (3x2½ pulgadas). Colócalos a ¼ de pulgada de distancia en la bandeja preparada. Congela durante al menos 15 minutos.

      Pincela la superficie de la masa con la mantequilla derretida. Hornea durante 15 minutos. Espolvorea con la ¼ taza (28 gramos) de queso restante y hornea hasta que un termómetro de lectura instantánea insertado en el centro marque 200 °F (93 °C), 10 a 15 minutos más. Espolvorea con cebolla verde. Deja enfriar en la bandeja durante 5 minutos. Sirve calientes con mantequilla ablandada.

      ¡Cuéntanos cómo te quedó!