
Galletas de chocolate blanco y nueces de macadamia - Hechas desde cero
#título_de_la_imagen
Hay algo innegablemente nostálgico en una galleta de chocolate blanco y macadamia: los bordes dorados y crujientes que dan paso a un centro masticable, con bolsillos de dulzura cremosa y un crujiente rico y mantecoso por todas partes. Esta versión apuesta por el exceso, con galletas extragrandes que presumen notas profundas de caramelo procedentes del azúcar moreno, enriquecidas además con una yema de huevo extra. Y aunque se necesita paciencia (al menos dos horas de reposo en frío, idealmente toda la noche), la recompensa es una galleta de proporciones perfectas, digna de vitrina de panadería, con el equilibrio justo entre crujiente y masticable.
2/3 taza (147 gramos) de azúcar moreno claro, bien compactado
1/2 taza (113 gramos) de mantequilla sin sal, derretida y ligeramente enfriada
1/3 taza (67 gramos) de azúcar granulada
1 huevo grande (50 gramos), a temperatura ambiente
1 yema de huevo grande (19 gramos), a temperatura ambiente
1 cucharadita (4 gramos) de extracto de vainilla
2 tazas (250 gramos) de harina de todo uso
1/2 cucharadita (2,5 gramos) de polvo de hornear
1/2 cucharadita (1,5 gramos) de sal kosher
1/4 cucharadita (1,25 gramos) de bicarbonato de sodio
1 taza (128 gramos) de nueces de macadamia, troceadas groseramente
2/3 taza (120 gramos) de chispas de chocolate blanco, más extra para cubrir
Forra una bandeja para hornear con papel para hornear.
En un bol grande, bate el azúcar moreno, la mantequilla derretida, el azúcar granulada, el huevo, la yema y la vainilla.
En un bol mediano, mezcla la harina, el polvo de hornear, la sal y el bicarbonato. Incorpora gradualmente la mezcla de harina a la mezcla de azúcar hasta que esté casi completamente integrada. Añade las nueces y el chocolate blanco.
Usando una taza medidora seca de 1/2 taza, forma porciones de masa (aprox. 140 gramos cada una) y colócalas a 2 pulgadas (≈5 cm) de separación en la bandeja preparada. Presiona una cuchara dosificadora de resorte de 3 cucharadas, con el lado redondeado hacia arriba, en el centro de cada porción de masa para crear un centro abultado con un borde. Cubre y refrigera al menos 2 horas o toda la noche.
Precalienta el horno a 375°F (190°C). Forra una bandeja grande para hornear con papel para hornear.
Coloca la masa a 3 pulgadas (≈7,5 cm) de separación en las bandejas preparadas. Cubre con más chocolate blanco.
Hornea hasta que estén doradas, de 12 a 15 minutos, girando la bandeja a la mitad del tiempo de horneado. Mientras las galletas aún estén calientes, gira suavemente un cortador redondo de 4 a 5 pulgadas (≈10–12,5 cm) en movimiento circular alrededor de cada galleta para crear un contorno uniforme. Deja enfriar en la bandeja durante 5 minutos. Retira de la bandeja y deja enfriar completamente sobre una rejilla. Guarda en un recipiente hermético hasta por 3 días.
¡Cuéntanos cómo te salió!
Otros artículos
Galletas de chocolate blanco y nueces de macadamia - Hechas desde cero
Galletas de chocolate blanco y nueces de macadamia Hay algo innegablemente nostálgico en una galleta de chocolate blanco con nueces de macadamia: los bordes dorados y crujientes que dan paso a un centro masticable, con bolsillos de dulzura cremosa y un crujido de intenso sabor mantecoso en todo su interior. Esta versión se inclina hacia la indulgencia, con galletas extragrandes que presumen de profundos matices a caramelo procedentes del azúcar moreno, enriquecidas además por un