Pastel clásico para el café - Hecho desde cero

Pastel clásico para el café - Hecho desde cero

      Este rico y mantecoso pastel está formado por capas con una generosa espiral de azúcar con canela y cubierto con un streusel dulce y crujiente, ofreciendo un delicioso equilibrio de texturas y sabores. Acompaña una porción con una taza de tu café o té favorito.

      Rinde 1 pastel (8 pulgadas)

      Cobertura

      ¾ taza (94 gramos) harina de trigo todo uso

      ⅓ taza (67 gramos) azúcar granulada*

      1 cucharada (6 gramos) canela molida

      ½ cucharadita (1,5 gramos) sal kosher

      ⅓ taza (76 gramos) mantequilla sin sal, derretida

      1 cucharadita (4 gramos) extracto de vainilla

      Pastel

      ⅔ taza (150 gramos) mantequilla sin sal, a temperatura ambiente

      1 taza (200 gramos) azúcar granulada

      ½ taza (110 gramos) azúcar moreno claro bien compactada*, dividida

      ⅓ taza (75 gramos) aceite neutro

      2 huevos grandes (100 gramos), a temperatura ambiente

      2½ cucharaditas (10 gramos) extracto de vainilla

      2½ tazas (313 gramos) harina de trigo todo uso

      1½ cucharaditas (7,5 gramos) polvo de hornear

      1¼ cucharaditas (3,75 gramos) sal kosher

      ¼ cucharadita (1,25 gramos) bicarbonato de sodio

      1 taza (240 gramos) crema agria, a temperatura ambiente

      1 cucharadita (2 gramos) canela molida

      Adorno: azúcar glas*

      Para la cobertura: En un bol mediano, bate la harina, el azúcar granulada, la canela y la sal. Con un tenedor, incorpora la mantequilla derretida y la vainilla hasta que esté bien combinado y la mezcla quede desmenuzable. Refrigera hasta su uso.

      Precalienta el horno a 350°F (180°C). Engrasa un molde cuadrado de 8 pulgadas con spray para hornear con harina. Forra el molde con papel pergamino, dejando exceso que sobresalga por todos los lados del molde.

      Para el pastel: En el bol de una batidora de pie con el accesorio de pala, bate la mantequilla, el azúcar granulada, ¼ taza (55 gramos) de azúcar moreno y el aceite a velocidad media hasta que esté claro y esponjoso, 3 a 4 minutos, deteniéndote para raspar el fondo y los lados del bol. Añade los huevos, uno a la vez, batiendo bien después de cada adición. Incorpora la vainilla.

      En un bol mediano, bate la harina, el polvo de hornear, la sal y el bicarbonato. Con la batidora a baja velocidad, añade gradualmente la mezcla de harina a la mezcla de mantequilla alternando con la crema agria, comenzando y terminando con la mezcla de harina, batiendo hasta que esté justo combinado después de cada adición y deteniéndote para raspar el fondo y los lados del bol.

      En un bol pequeño, mezcla la canela y el ¼ taza (55 gramos) restante de azúcar moreno.

      Extiende la mitad de la masa (aprox. 2½ tazas o 595 gramos) en el molde preparado. Espolvorea el azúcar con canela sobre la masa, dejando un borde de ½ pulgada por todos los lados. Con una espátula offset, extiende con cuidado la masa restante sobre el azúcar con canela. Espolvorea la cobertura por toda la masa.

      Hornea hasta que los bordes estén dorados y un termómetro de lectura instantánea insertado en el centro marque 205°F (96°C), de 1 hora a 1 hora y 10 minutos. Deja enfriar en el molde durante 10 minutos. Usando el exceso de papel pergamino como asas, saca del molde y deja enfriar un poco sobre una rejilla. Mejor servir tibio. Adorna con azúcar glas, si lo deseas. Conserva en un recipiente hermético hasta por 3 días.

      ¡Cuéntanos cómo quedó!

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Este pastel, de textura rica, lleva en sus capas un generoso remolino de azúcar con canela y está cubierto con un streusel dulce y crujiente, que ofrece un delicioso equilibrio de sabores.