5 formas de preparar masa para tartas - Hornear desde cero

      Ya sea porciones individuales o una costra completa, hornea cualquier estilo de tarta con nuestra conocida y comprobada Masa de Manteca para Tarta.

      Perfeccionando tu Masa de Tarta

      La clave para que la masa de manteca sea hojaldrada en la Masa de Manteca para Tarta es mezclarla lo mínimo posible una vez que la manteca se haya incorporado, para mantener pequeños trozos enteros de manteca distribuidos uniformemente por toda la masa. Cuando la manteca en la masa se derrite en el horno, emite agua que se convierte en vapor. El vapor sobrecalentado inflama y separa las capas de la masa. Los ingredientes fríos y la manipulación limitada crean la mejor corteza, por lo que es importante ser metódico al preparar la masa para hornear.

      Utilizar un procesador de alimentos para hacer la masa es el método más eficiente. Es más rápido que hacerlo a mano y mantiene los ingredientes más fríos, lo que resulta en una corteza más hojaldrada. Una vez mezclada, la masa parecerá arenosa, pero debe estar húmeda y mantenerse unida—sin ser pegajosa—al apretarla.

      Con un rodillo largo, extiende la masa fría desde el centro hacia afuera aplicando una presión firme (pero sin ser dura) y constante. Evita presionar los bordes para que no se vuelvan demasiado delgados. Da la vuelta a la masa una cuarta parte, y vuelve a extenderla. Espolvorea ligeramente harina debajo de la masa según sea necesario para evitar que se pegue. Si la masa se vuelve demasiado blanda o caliente, refrigérala de 5 a 10 minutos antes de continuar. Repite el proceso de extender y girar hasta que la masa tenga un diámetro suficiente para sobresalir del molde para tarta por 2.5 a 5 cm. Para un molde de 23 cm, extiende la masa en un círculo de 30 cm.

      Para transferir la masa al molde, coloca el rodillo a unos 5 cm desde la parte superior de la masa extendida. Dobla el borde superior de la masa sobre el rodillo y da una vuelta para enrollarla de forma suelta alrededor del rodillo. Levanta el rodillo y móvelo cuidadosamente al centro del molde, desplegando la masa.

      Deja que la masa caiga en el molde a medida que desenrollas del rodillo. Levanta suavemente los bordes, permitiendo que recarguen en las paredes y en el fondo del molde. Presiona suavemente la masa en su lugar. Evita estirar la masa, ya que se contraerá durante el horneado. Recorta el exceso de masa dejando 1.25 a 2.5 cm más allá del borde del molde, dobla los bordes hacia dentro y realiza un repulgue si lo deseas.

      Guarda las sobras!

      ¡No deseches los recortes de tu masa! Espolvorea las sobras con hierbas secas y queso o azúcar con especias y hornea hasta que estén doradas para un bocadillo de panadería. También puedes congelar los recortes en una bolsa resistente para sellar hasta acumular suficiente para una base completa.